Los monos son demasiado buenos para que el hombre descienda de ellos

Rubi en un momento de crisis existencial decidió hacer este blog. Ustedes sabrán lo que pasa cuando uno no sabe que hace en este mundo, y mucho menos cuando la verdad aparece ante sus ojos. Cómo aceptar algo tan desagradable, tan poco sutil, tan evidente? De alguna manera creo mas en Internet que en un psicoanalista, por lo que compartiré mis penurias con ustedes, viejos amigos, actuales conocidos y futuros cyberamigos.

31.10.06


"Cuando es más corrupto el estado, hay más leyes."

Tácito

Se me acaba de ocurrir una pregunta bastante ridícula. Si la Justicia fuese algo lógico, porque las leyes no son iguales en todo el planeta? Entonces mas allá de hacer el obvio análisis del desarrollo social de cada país, supongo que esto se debe simplemente a que la Justicia, mejor dicho las leyes, son sólo una relación de fuerzas entre grupos antagónicos. Jefes y empleados, asesinos y asesinados, estafadores y estafados, y así hasta aburrir. Hasta acá nadie podría decir que un asesino no debe recibir castigo alguno, pero el desarrollo de cada sociedad hace que estas penas tengan atenuantes, por ende no es lo mismo matar a alguien de una puñalada que matarla de cien puñaladas. Es raro porque la esencia del delito es la misma, pero el modo de matar hace parecer que son dos cosas distintas. Habría que preguntarle al cadáver si prefería morir de una o cien puñaladas. Quizás diría que preferiría no morir… Este ejemplo lo podemos transpolar a cualquier aspecto delictivo, es decir, no es lo mismo robar una naranja que un camión de naranjas, lo cual parece bastante lógico. Este análisis lo podemos hacer cuando se contraponen los intereses de dos individuos, pero que pasa cuando se contrapone el interés de una empresa contra el de una sociedad? Si revisamos algunas leyes, por ejemplo la de flexibilidad laboral, vamos a ver que la empresa tiene todos los derechos contra ninguno del trabajador, o sea, es una ley injusta para un grupo y justa para otros. Es ahí entonces cuando la justicia que usa leyes para ser justa pierde su esencia, porque usar leyes injustas para hacer justicia. Es macabro incluso el juego de palabras. Entonces sale a la luz la evidencia que la relación de fuerzas hoy está bastante despareja, quien no tiene poder, no obtiene justicia, además que hay cada vez menos leyes justas para todos. La Justicia se transforma en la forma legal de esclavizar, de matar y de robar; la Justicia se saco el velo y se lo puso a la sociedad, su balanza está desajustada y con su espada nos amenaza constantemente haciéndonos recordad que ella decide que es justo y que no lo es. La Justicia transmuta en Justiciera, castiga al ladrón de naranjas y apaña al que hace que esas naranjas las coman solamente algunas personas. La brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor, y mientras las leyes son más duras e injustas para los necesitados, son más flexibles para los que crean, mantienen y aumentan esa necesidad. Resulta que es mas grave robar una naranja que matar de hambre a una sociedad.

Así estamos, y así estaremos.